El equipo Hoyt es una de esas historias que mueven corazones, un padre que hace ejercicio con su hijo que tiene discapacidad (pero no simples ejercicios, corre maratones y participa en competencias del tipo IronMan), cuantos padres en el mundo estarían dispuestos a hacer esto por sus hijos… Sinceramente pienso que muchos, sólo que la mayoría de ellos son anónimos, ahora gracias al internet podemos tener estas historias por todo el mundo, pero a lo largo de la historia cuantos padres han sacrificado tanto por sus hijos… para que al final los hijos se olviden de ellos…

El Equipo Hoyt son un padre (Dick Hoyt) e hijo (Rick Hoyt, nacido en 1962) en Massachusetts que compiten juntos en maratones, triatlones y otros desafíos físicos. Rick tiene una discapacidad adquirida al momento de nacer por falta de oxígeno a su cerebro ya que su cordón umbilical se enredó alrededor de su cuello lo que le originó una parálisis cerebral. Dick lo lleva en una silla especial acoplada al frente de su bicicleta, lo arrastra en un bote especial cuando ellos nadan y lo empuja en una silla de ruedas adaptada cuando ellos corren.

Gracias a sus padres, que ignoraron el diagnóstico de los médicos que indicaron que el se mantendría en un estado vegetal persistente y a los ingenieros de la Universidad Tufts, que reconocieron que su sentido del humor indicaba inteligencia, a la edad de 12, Rick fue capaz de aprender a usar una computadora especial para comunicarse, usando movimientos de su cabeza. Las primeras palabras que él logró escribir fueron «Vamos Bruins!», es entonces que la familia comprendió que era un fanático de los deportes.

¿Y tú… hace cuanto que no le dices a tu Papá cuanto lo quieres?